Hay más cosas en el cielo y en la tierra, horacio, de lo que ha soñado tu filosofía»
Ciertos hipnotistas emplean relojes. Los ponen delante de los ojos, y los mueven. La idea del reloj es concentrar toda la atención en una cosa, que entonces va a pasar a ser la voz del hipnotista que va a hacer, entonces, las sugestiones.
